por Pedro Mairal

(leído el 2 de oct de 2007 en el ciclo Confesionario organizado por Cecilia Szperling en el CCRojas, BsAs)

El jueves pasado cumplí 37 años y la gente que no me conoce me ve y cree que todavía no pasé los 30. Siempre tuve este desfasaje entre mi cuerpo y mi edad. Ahora ya no me molesta, incluso me alegra porque veo a mis amigos quedándose pelados, echando panzas y canas mientras yo sigo como Dorian Gray, escondiendo un cuadro que envejece por mí [SIGUE ACÁ]