Reseñas sobre “Una noche con Sabrina Love”
Perdido en la Carretera
La novela fue la brillante irrupción en la literatura de Pedro Mairal
Narrativa: Una noche con Sabrina Love
Pedro Mairal
Anagrama Barcelona, 2001, 146 páginas. 1.800 pesetas
Javier Calvo
En otoño de 1998, un jurado compuesto por Bioy Casares, Roa Bastos y Cabrera Infante adjudicó el recién fundado Premio Clarín de Novela (el Planeta argentino) a un desconocido de 28 años por la historia de un adolescente que recorre el país para acostarse con una actriz porno. Dos años más tarde se estrena la versión cinematográfica Una noche con Sabrina Love, de Alejandro Agresti, y la novela se publica en España, con la salvedad de que Pedro Mairal ya no es desconocido y se dedica a la poesía (!), con cierto éxito.
Es una novela ganadora casi desde la primera página. El protagonista de 17 años, Daniel Montero, trabaja en un frigorífico de pollos en un pueblo perdido e inundado -de la provincia de Entre Ríos, en la Argentina rural. Para combatir el ostracismo horroroso de su comarca, piratea la emisión de la tele por cable, donde descubre a Sabrina Love, la estrella porno. Cuando gana un concurso telefónico cuyo premio es pasar una noche con Sabrina, Daniel lo deja todo y se va haciendo autostop a Buenos Aires. En el camino atraviesa aventuras tan diversas como aberrantes: es atracado por unos soldados, adoptado por obreros de la construcción, intima con vagabundos y camioneros. En la capital, aterriza en un carnaval gay e incluso acaba encontrando una novia serendípica antes de su heroica velada con Sabrina (que, obviamente, no sale como Daniel esperaba).
La combinación de planteamiento afortunado y desarrollo hábilmente mesurado recuerda el debut sorprendente de hace un par de años de Magnus Mills con El encierro de las bestias. Como Mills (discípulo descarado de Roddy Doyle), Mairal lleva a cabo una sátira proletaria cimentada en los diálogos, en la representación humorística delas pequeñas perversiones del pueblo llano y en el conocimiento preciso de la museística pop. En sus pasajes más descabellados, Mairal es sutilmente surreal: véanse los episodios de la anciana que ve la tele como un artificio casi religioso, el taxista que enloquece en plena carrera o la transformación simbólica del protagonista en espantapájaros en la fiesta gay. El resto del tiempo, Mairal es un analista mordaz de las costumbres de su sociedad, incluyendo rasgos locales que conectan su discurso con la tradición argentina. El libro puede leerse, además de como relato paródico de iniciación, como comentario humorístico acerca de la relación (podría llamarse interplanetaria) entre la Argentina periférica y el poschic de Buenos Aires, que envía a la provincia señales fragmentarias y no siempre entendidas. En otro nivel, cuesta no percibir cierto ennui en la representación descabellada y feroz de la precariedad pasmosa de la Argentina actual.
Su discurso recuerda la novelística de Osvaldo Soriano, por su énfasis en los diálogos, el humor y el ritmo de la prosa, y por la parodia de elementos de novela de carretera y la figura del héroe perdido en la pradera (metáfora cuasi nihilista del país). Igual que Soriano, Mairal es equidistante respecto a los discursos de la literatura, el cine y la televisión. Y como tal, es apto para la comunicación con el público y para promover el diálogo entre las disciplinas de la ficción.
Diario Clarín, Cultura, domingo 22 de noviembre de 1998
PREMIO CLARÍN DE NOVELA
LA TRAVESÍA DEL SEXO
NOVELA
Una noche con Sabrina Love
De Pedro Mairal
Por Michel Faure
Las historias de Pedro Mairal ponen en escena, con humanidad, las alegrías y el sufrimiento de la Argentina actual.
Daniel tiene dos razones para estar un poco nervioso: es adolescente y argentino. Vive en Curuguazú, un rincón perdido en la provincia de Entre Ríos. Sus padres han muerto, él trabaja en un frigorífico de pollos y el río está desbordado: su breve vida está tan desbaratada como su país. Su televisor, un aparato de origen dudoso colgado ilegalmente del cable porno, le va a cambiar la vida. Daniel, por una vez, sacó el número elegido y ganó un sorteo para pasar una noche con Sabrina Love, la lánguida anfitriona de su programa favorito. Entonces, como un maravillarse, como el fin de la infancia y el despertar a la vida, comienza esta historia que es cómica, tierna, rocambolesca y precisa.
Se desarrolla con un largo viaje a través del norte del país, donde el joven se encuentra con loquitos y menesterosos, con bromistas desesperados, enamorados violentos, un taxista furioso, tipos y modos de la Argentina actual. Se sube a camionetas, a una balsa y a sus sueños, antes de descubrir por fin la ciudad de Buenos Aires, y con ella el sexo, que le sorprende un poco, y el amor, que lo asombra por completo.
Daniel es el héroe de una primer novela lograda, Una noche con Sabrina Love. Su autor es un joven argentino, Pedro Mairal, nacido en Buenos Aires en 1970, cuyo talento y placer de escribir se encuentran también en otro libro, Hoy Temprano, un volumen de cuentos, un feliz desorden de ritmos, de sujetos y de estilos narrativos, todos precisos y honestos. Describen los agravios, las alegrías y el sufrimiento de un pueblo, los argentinos de hoy en día, que atraviesan con humor y fatalismo las traiciones y las ambigüedades de su tiempo. Los recuerdos de los viajes de la infancia, una pareja adúltera, un fin de semana en Uruguay, un muchacho que sobrevivió a un accidente escolar devenido gurú new age, el rol de los recuerdos en el orgasmo de cuarentones sobrealimentados que “ondulan como morsas torpes hacia la orilla”… Pedro Mairal es un autor hilarante y desencantado. No es jamás cruel ni cínico. Un escritor humano, que escribe derecho sobre situaciones torcidas, admirablemente traducido por Françoise Prébois.
L’Express Livres
juin 2004
Tango renversé
En la pampa de la Argentina en crisis, el relato va al galope; bajo todas sus formas, cinematográficas y literarias. Una novela y un libro de cuentos de Pedro Mairal, nacido en 1970 en Buenos Aires, reúnen hoy en Francia la manada. Tanto una como otro nos permiten transitar, a través de historias estremecedoras por su juventud, el conjunto de una sociedad agitada por un movimiento que parece siempre sobreponerse al desastre, con energía y humor.
Littérature étrangère
Dans la pampa de l’Argentine en crise, le récit galope ; sous toutes ses formes, cinématographiques et littéraires. Un roman et un recueil de nouvelles de Pedro Mairal, né en 1970 à Buenos Aires, rejoignent aujourd’hui en France le troupeau. L’un et l’autre permettent de parcourir, à travers des histoires frémissant de la jeunesse du récit, l’ensemble d’une société agitée par un mouvement qui semble toujours dépasser, en énergie et en humour, celui du désastre.
Pedro Mairal
For the Herald
Pedro Mairal is still getting used to being recognized in the street. “It is a bit like a dream.” He says. “Much more than I could have wished for or imagined”. And his imagination –he admits it- is very good.
Una narración bien construida
Por Pedro Mairal
Fuera de unos pocos flash-backs iniciales que incorporan datos sobre el protagonista, la linealidad de la historia sólo se altera en ese capítulo final en el que se superponen el viaje de regreso y el recuerdo del encuentro con la chica conocida en la fiesta. La narración, por otra parte, está muy bien construida, con un lenguaje conciso, predominantemente informativo, y su rasgo más literario es la fina observación de los hechos, que se presentan por sí mismos, sin comentarios adicionales ni huecas estridencias.
© La Nación
Publicado el 10/06/2000
“La novela de Pedro Mairal es un relato de iniciación. Sexual en la trama, geográfico en el estilo. Un adolescente baja a Buenos Aires para debutar con la mujer de sus fantasías -la diva porno del título- pero la aventura que el viaje le propone se hace épica por el protagonismo de la ciudad. El libro es el monólogo de una mirada que descubre y sueña, una mirada sincera pero no necesariamente ingenua, fresca pero no exactamente virgen. Esa mirada tiene mucho en común con la del Rulo en Mundo grúa, o la de los protagonistas de Modelo 73 de Rodrigo Moscoso: atenta a los personajes y a las cosas, sensible al placer, temerosa del dolor. Esa mirada define al personaje y es la única guía del lector, el único punto de vista del libro y la que le da fuerza y consistencia a la historia. En eso también se acerca a cierto cine argentino reciente, en la fidelidad a esa aproximación subjetiva, ajena a un saber que señala verdades o saca conclusiones desde una altura superior a la del personaje”.